"El infinito es impensable. Apenas si se aprehenden decimales de una realidad estremecedora. El montón de parcelas que constituyen a cada ser humano lo nuclean en una unidad. Se es de a dos en el vientre materno, en el origen de la creación del ser. Perecedero estado. El corte del cordón umbilical arroja al recién nacido al grito de la incertidumbre. La interdependencia es condición de sobrevida. El "ser solo" roza la utopia. El medio ambiente, la familia, las instituciones envuelven a cada persona. Nadie está solo si no es en la intimidad de sí mismo. Y aún allí en los habitáculos de la soledad, las compañías interiores pueblan ese micromundo.Temibles estados, el de la fusión total donde el uno se pierde y deja de ser sí mismo, y el de la asunción de la unicidad que renueva el tembladeral del desamparo.
Pasaje del no ser al ser, del estado de abierto al estado de cerrado: caminata afectiva sobre los carbones encendidos de la condición humana.
El planeta se expande, cruje, late. Lo que hoy es tierra, mañana será mar. Pequeños y desnudos ante la inmensidad incognoscible de un mundo que la ciencia, el arte y las religiones intentan asir, cada quien está preso en el corsé de sus creencias, de su cultura, de sus "circunstancias" como díría Ortega y Gasset. Algunos exploradores audaces echan luz sobre la superficie oscura del conocimiento. Otros seres se refugian en el mundo posible de ser pensado. La muralla de los límites recibe el acoso de los guerreros de la verdad, entre descubrimiento y retroceso, audacia y cobardía. Se hace lo que está al alcance de las posibilidades, se inventa lo omnipotente para paliar la angustia de existir que hace agua en los resquicios de los días".
brillante Mariam Alizade!!! gran mujer y psicoanalista creativa, qué privilegio haberla conocido, desde mis primeros tiempos en los ambientes psicoanalíticos me resultó inspiradora, puro aprendizaje leer sus textos, por siempre vigente.
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