"La gran pérdida de las mujeres estriba en la confusión que muchas experimentan acerca del valor de la femineidad, y en la autodescalificación con que se vivencian en diversas situaciones (ganar poco dinero, estar separadas, estar solas, no recibir del marido excesivas muestras de atención, etc).La mansedumbre de las mujeres es una cualidad que no debe confundirse con el sometimiento. Implica la aquiescencia feliz a las demandas de sus hombres o, simplemente, a las demandas de la vida. Aquiescencia voluntaria que conduce a vivencias de satisfacción plena al complacer, al hacer don delicioso de sí. El deseo de agradar, de "procurar felicidad al semejante", sobre todo si se trata de un ser amado, ocupa un plano principal. Orgullosas, las mujeres hacen "donación de sí" por amor a... . Este movimiento, esencialmente femenino, es engendrador de vida en su más sublime sentido. Las mujeres se expanden hacia la vida, hacia los otros. Al despojarse de sus propios intereses, cometen un acto fundamental de generosidad. Esta generosidad las marca en la femineidad y las enaltece. La sabiduría ronda cerca de este acontecer."
de "Tiempo de Mujeres", Conversaciones íntimas en femenino. Mariam Alizade
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