
Quizá esta sea la gran bendición de la creatividad: al absorber nuestra atención de forma tan completa durante un plazo de tiempo breve y mágico, nos alivia temporalmente de la horrenda carga de ser quienes somos.
Lo mejor de todo es que al final de nuestra aventura creativa tenemos un souvenir, algo que hemos hecho, algo que nos recordará siempre nuestro encuentro breve pero transformador con la inspiración.
Eso son mis libros para mí: recuerdos de viajes que hice en los que conseguí (qué bendición) escapar de mí misma durante un ratito."